lunes, 12 de noviembre de 2007

...no hay nada eterno, no puedo parar...


::::...pongo puntos suspensivos porque no inicia mi vida con esto ni tampoco termina, siempre soy un espacio de tiempo, siempre de recuerdo en recuerdo, como de paso...


:::: y ese paso por los ochenta de alguna manera marcó mi manera de ser, porque me llegó en la época de descubrimientos, en la época de razonamientos, de desiciones importantes, de encuentros con la verdadera amistad, con el verdadero amor...pareciera que la busqueda de la verdad habia terminado en esa época porque las respuestas estaban en el aire...


::::recuerdo bien haber oido un término interesante para definir a mi generación, se decia que eramos la generación límite...al fin y al cabo el mundo se iba a terminar en el 2000, no alcanzabamos a visualizar la vida más allá del 2000, solamente era ciencia ficción...


::::ahí es donde aprendí que nada era para siempre, que nada era eterno, que mantener mi felicidad intacta iba a ser el coco de todos los días, de ahí en adelante...


::::: por eso le tengo tanto cariño a la música, el cine, el pensamiento, los amigos que conocí, al amor que me dió esta vida, a todo lo que viví en esa época...


::::sobreviví...y si bien es cierto que no ocupo necesariamente trasladarme en el pensamiento hasta aquella época para ser feliz...si me motiva a seguir, una melodía de esa época me recuerda que he sobrevivido a los ochenta y que sigo siendo feliz...


::::aunque estoy consiente que "...no hay nada eterno, no puedo parar..."


::::saludos a la palomilla...ai les dejo esa rolilla a ver si se acuerdan de ella...




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